
Lejos de las ataduras de la piel y de aquellas despeinadas cabezas. Se esconde un maravilloso insecto parecido al ser humano. Un poco mas alto, de una espalda blanda y limpia, de unos incontables ojos, de unas alargadas piernas y con unas afeminadas y desproporcionadas alas. Cuando el hombre piensa, todo en el se vuelve una oreja, una nariz, una frente, ya no es el mismo. Entonces, que diferencia a un insecto de una persona común, quizas sea, que el insecto indiscutiblemente piensa cada segundo de su corta vida lo que al instante seguido de cada acto tiene que hacer. Quizás ya sabe cuando va a morir, dependiendo del acto que se atreva a hacer. EL hombre común, no piensa. Es por eso que ha algunos les distraiga la idea de volverse publico. Cuando observo a una mujer, miro sus pies y luego sus manos, es que la observo pensando y todo en mi se vuelve una oreja, un dedo, un tobillo y como creo que en ella lo unico pensante son sus detalles incerebrales, creo a veces que ella tambien es un tobillo, una oreja, una frente o una espalda.