sábado, 23 de diciembre de 2017
Ella es...
Ella es una mujer adulta con sonrisa de niño, de labios gruesos, nariz agradable, de ojos grandes y cejas marcadas. De cabeza redonda, de cuello amplio. De brazos y pies alargados. De postura dominante, de voz imponente, los dedos de sus manos son precisos, delgados, fuertes y bien trazados.
Idealizada por Rubens, guarda complejos que señala, denotando una imprecisa realidad. No es perfecta claro esta, pero su desvalance es el apropiado. Facil de decifrar, rapida al hablar, sin intermedios ni pausas. Actuando con señales directas espera que se le diga lo que es blanco o negro.
La escucho y eso me basta, ver sus labios, morderse a ratos es placentero y me agrada. Sus ojos son tímidos y aunque crea que es lo suficientemente madura, su seriedad no esconde su dulzura.
Me gusta verla y no lo niego, quisiera besarla pero se niega. Y aunque esa negación no ha prohibido aun nuestros encuentros, es como el sueño que siempre espero que llegue ante un día cansado.
Sus besos son como una religión, sin moral claramente trazada, solo un secreto que ella sabe guardar. La delgada linea que determina mis impulsos y su razon.
Tactica y Estrategia
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
MB
Me
gusta despertar contigo o no dormir, por estar contigo,
y
primo esa elección ante cualquier deseo.
Me
gustas sin razón, ni motivo.
Como
si para querer, debiera existir alguna lógica.
Si dormir
simula una muerte, pues mantengámonos despiertos mientras podamos,
y aunque
sea cursi decirlo, que sea solo para seguir viéndonos, sin preguntas, ni
respuestas. Viendo la muerte del sol, como quieres dar a entender el ocaso.
Los
colores del cielo, la tranquilidad de la madrugrada, el vuelo de las ciegas
gaviotas, el sueño de los peces, caminando por el puente, no tanto como para
mojarnos los pies ni tan lejos como para no desear navegar en sus lagunas.
Busco
mantenerte cerca lo que se pueda y durante el tiempo que me permitas.
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