viernes, 9 de marzo de 2012

Siempre dirán que cambie algo en ti, constantemente.....

Aun sigo pendiente de ti y me extraña que aquel romanticismo meloso del cual decías no ser devota, aflore hoy en ti. Antes decían de ti que eras una amargada y que yo había llegado a ti, cambiándote, sonreías mas, parecías ser feliz. Ahora que la soledad me abruma, supongo, que el vació que deje fue fácilmente cubierto. La Amargada cursi supo con magistral destreza mezclar los sentimientos de tal modo que le resultara perfecto el presente sin mi.

Me comento una vez que contaba con algún tipo de don, tal, que le permitía ver gente muerta. Dicha historia no me causo gracia, sino temor por la seriedad con la que fue narrada. Pero para su dicha sabrá que mientras ella viva yo también estaré vivo para que así, no tenga la mala suerte de verme alguno de estos días. (Asegurarte vivir mientras vivas, asegurando el destino del cual se soy dueño, te aseguro mi vida para no vivirla contigo, escupiendo al cielo y evitando la saliva desparramada en mi rostro, confiando esta verdad en el supuesto que según yo aun no he vivido, sintiendo pendiente cosas en mi, afirmando la vida como sostén de sueños, de vagas realizaciones, de un destino imaginado, de deseos que se difuminan, sin cargar culpas - sabiendo que estas obstruyen cualquier quimera.)

El mundo del cual dicen que es chico, lo veo tan ancho y ajeno. Vienes y no te encuentro, no me cruzo por azar contigo, voy hacia ti y tus pasos no sobrepasan las lineas que dividen en cuadrados la vieja vereda que antes caminabas hacia mi encuentro. Demoro en entender que el camino recto que sigues no podrá confundirse con la forma chueca de mi andar.

Esta amistad mía no es algo de lo que tenga que enorgullecerme. No me resiente ese desprecio. Lo considero inteligente y envidiable.

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