Ya no me escribes y se entiende, este silencio ya no complace.
Contemporánea de tiempos llenos de murmullos, no se acomoda a este flaco, que guarda en silencio, por motivos extraños, palabras, que ayudarían de alguna manera u otra, formar parte de tu tiempo y espacio.
Quizás porque cuando nací, en vez de gritar me quede callado.
Quizás porque desde antes de salir, me quisieron callar, pues nací parado.
Quizás porque nací así, acostumbro ir en contra de lo que se me presenta.
A pesar de no hablarte, ni siquiera lo debido. Debo aclararte que lo poco que te he escrito, se ha dicho de mi puño con tu boca, en distintos tonos, quizás, sin saberlo he gritado con tus labios y he llorado con tus ojos.
Eso aclara que escribo, porque no se hablar.
Siendo sinceros, últimamente este oficio no se ha desempeñado, no he disfrazado mis carencias, mas las he dejado amarrarme la boca. Y estas manos no se han dado un tiempo para decirte algo nuevo.
La verdad es no soy el que fui, o el que querías que fuese.
Quizás porque ...
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