viernes, 1 de noviembre de 2019

Defectuoso

Mi problema es el egoísmo de saberme necesitado y no ser quien busca si no el que espera ser buscado. Soy más dócil ante cualquier pregunta porque la espero con ganas. Y me pregunto ahora si valiera la pena acercarme a alguien o si las cosas resultarían distintas a las que he conocido. Hoy me pregunto por ti, por como estarás navegando en tu sitio o en el de otro. Si te has salvado o sigues esperando como yo alguna pregunta. 

Algo de suerte tengo creo, haberte borrado de mis contactos ya no me obliga a seguir tus estados, la presencia de tu actividad en donde te escribía algo que nunca enviaba. Algo que borraba inmediatamente para volver a bloquearte. Suponiendo alguna alerta telequinética que te obligará escribirme y sea ésta infantil acción, la interrupción de mis intenciones y de las tuyas. Ahora con el permiso que te he dado al no bloquearte pero sin tenerte en mi agenda, sin la revisión diaria que acostumbraba meses atrás, me pregunto si seguirás teniendo el mismo rostro pensativo o aquella frase que sustentaba tu actividad nómada. ¿Que sera de ti? 

Me ando preguntando cuál hubiese sido tu respuesta si, durante los dias que teniamos para mirarnos fijamente, hubiera aprovechado en preguntarte: ¿Si tuvieras algo que pedirme, que tuviera que hacer sin cuestionar, que sería? Tengo claro que hubiese pedido yo, en cambio, que hubiera hecho por ti, sin cuestionar lo que hubieras deseado, quizás como último anhelo de haber compartido la vida, me genera incertidumbre. Quizás porque nunca me pediste algo. Siempre fuiste alguien que quiso suponerse alguna autosuficiencia. 

Atentamente

Tus zapatos sucios. 

Resultado de imagen para modigliani

No hay comentarios:

Publicar un comentario