jueves, 18 de enero de 2018

Yo no quiero que viajes al pasado ...

Gas, dijo el, ámame 
bésame 
besa mis labios 
besa mi pelo 
mis dedos 
mis ojos, 
mi cerebro 
hazme olvidar. 
Gas, dijo el, ámame


Charles Bukowski


A ratos hacemos algún comentario, lo esperado como para cumplir los gestos necesarios de la iniciativa, cortándolo por algún semáforo en rojo. Ahora nos gusta paralizar el transito. Un beso es cada pausa.   

El destino es cierto, venimos o vamos, es tu jardín lleno de perros o el mio frente a una comisaria.

Si es mi lugar, al menos podemos caminar hasta que nos gane el frió.
Hasta que manolo se canse de sus historias o hasta que nos den ganas,
que normalmente son solo las de ir al baño.

El atardecer y el mar es un encanto mas,
si tus primeras veces vienen a darse conmigo.

A ratos hay que jalarte y callarte a besos,
dicen mas tus abrazos y el tiempo que compartimos.

Descansar con su calor,
acogiéndola en mi pecho,
hasta el amanecer,
despertándonos con caricias,
desayunando besos.

Y de golpe me aprieto contra ella, y terminamos mirándonos como tontos.
Ella se queda al lado de la ventana,
fingiendo mirar la calle mientras yo me tiro a un rincón.

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