
Yo no se cuanto dure este afecto,
quizás con suerte en tus descansos
podamos reencontrarnos,
yo te espero y no me gusta esperar,
y ya no te tengo en mis planes o si.
No tengo ya esas expectativas,
por que desteto reemplazarte
y no puedo ya ni moverme,
esperando que me salves
y me evites alguna estupidez,
un error que te pierda,
evitar culparte por tus ausencias.
Solo sabes hacerme feliz y me corro.
Debo disculparme quizás,
he sido duro y aun no me entiendo.
O me entiendo y no lo aprovecho.
Quizás solo sea este dolor de cabeza
que me empuja a escribirte nuevamente,
Quizás solo me ayuden tus labios y sepas ahora
que tienes más fuerza sobre mi de lo que te imaginas.
Ahora solo se que te debo una mejilla y tu a mi, una cachetada.
No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide: las espinas
hasta el hueso.
JC.
No hay comentarios:
Publicar un comentario