viernes, 30 de noviembre de 2018

Cuestiones de valía

Hablando, como ha debido ser siempre, sin suponer afectos ajenos, sin valerme de algo por alguien. Como diría Cioran, siendo ese maldito yo. Digo, considerando que al parecer aun no me he liberado de ciertas cosas, afectos, tiempos e ilusiones; que he sido un fiel falócrata. He supuesto afecto duradero de quienes advirtieron quererme. Como un dios antiguo, me plantee vírgenes eternas y Penelopes. Nada más falso e irreal. Nada más alienante. Nada más desconocido. Y como no contrariarse, cuando doras a alguien para colocarla en un altar y termina esta, ensuciándose entre el vulgo. Cuanto valor le damos a las cosas, suponiendo que este impulso las hará vitales. Citando a Becquer, idealizar algo puede volvernos racionales, en el sentido de que, aquello que se nos pueda cruzar, no es, ni será nunca, lo que en realidad esperamos. Idealizar es plantearse esquemas de realización y empuje que den valores reales a quien se lo merezca. Y más aún, elevarse uno mismo, para suponer dicho balance. Las relaciones son entonces, un conjunto de admiraciones, superaciones mutuas y respeto. Aunque suene petulante, refiriéndome al respeto, es un mérito que no debe darse ligeramente. El mejor significado: una consideración de que algo es digno y debe ser tolerado. Los generales, se ajustan más a la sumisión, al sometimiento por facto. Yo no comparto, como casi nada, dicho criterio. Me vale nada una vejez, una infancia, una existencia cualquiera, por el mero hecho de estar, califico a la gente por su valía, sea esta exaltada a temprana o alargada edad. Me encantan los que golpean, gritan y desaparecen. Un acto de libertad cualquiera, es más significativo que algún logro social, que por lo demás, se sabe, aunque no se admita, ser la enajenación de la persona, volverse la mercancía de la propiedad privada. Es por ello, que las personas me son cosas, porque así han deseado serlo. Consideramos que los logros ajenos, son nuestros logros, que tener a alguien, nos hace algo. Que la significancia del acompañante puede obnubilar cualquier pasado, sin entender que esa apreciación absurda, solo los desmerece. Que insignificancia encuentro en aquellos que alardean su amor, creyéndose dueños de quienes aman y de quienes suponen ser amados. Que poco valor tienen quienes exclaman felicidad sin parecerlo. Que intolerables pueden ser las personas casi siempre. Solo sirven para introducirlos en el enmierdamiento de lo absurdo, continuar su drama, coloreándolos, darles algo de rubor con pequeños halagos, para que, sin que se den cuenta, tengan alguna sonrisa que llevarse a la boca. Para que, sin que se den cuenta, consideren algún aprecio, una mentira bien lograda. Aprecio mi presente, mi yo, mi compañía y quien me cubra el pecho alguna noche, la aprecio. El resto me produce cacosmia.

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Fragmentos, pensamientos fugitivos, decís. ¿Se les puede llamar fugitivos cuando se trata de obsesiones, es decir, de pensamientos cuya característica principal es justamente no huir? 

E. M. CIORAN

jueves, 29 de noviembre de 2018

Rayo de luna

There's a girl here and she's almost you

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¡Amar! Había nacido para soñar el amor, no para sentirlo. Amaba a todas las mujeres un instante: a ésta porque era rubia, a aquélla porque tenía los labios rojos, a la otra porque se cimbreaba al andar como un junco.

GAB

No tendremos un verano,
un mar ni un momento.
Y a conveniencia de nuestro presente,
tampoco tendremos un pasado.

En cualquier parte estará menos en donde esté todo el mundo. En efecto, Manrique amaba la soledad, y la amaba de tal modo, que algunas veces hubiera deseado no tener sombra, porque su sombra le seguia a todas partes.

GAB

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Fecha de caducidad

Olvidar también es dejar de tener en el afecto a una persona o cosa. Que sin borrarla de la memoria, ya no tenga la eficacia de obrar en tus acciones y conductas. Es decir, que ya no te modifique. Lo recomendable de ser posible, aunque la tarea sea ardua, es olvidarse de la desesperanza y del dolor infecundo. 

MAD
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Ella venía con hambre de estar conmigo 
e intente satisfacerla con una aceituna, un pedazo de jamón y algo de queso fundido. 
Un par de panes calientes en mantequilla. 
Unos refrescos de maíces y de duraznos. 
Sus manos sabían ocupar todo 
y su rostro jalaba miradas extrañas. 
Con la preocupación de no sobrepasar aquellas esquinas oscuras, 
decidimos refugiarnos en el frio del mar. 
Caminamos hasta la morada de quietos veleros, 
cuyas luces ondulaban en la marea. 
Ella restaba las horas cada vez que íbamos a vernos y era feliz. 
Yo buscaba razones para tal emoción. 
Y mientras discutíamos nuestras inseguridades 
no pude evitar ver, como en sus ojos marrones 
las luces de aquellos veleros también temblaban. 

Cuando la conocí, buscaba la trama de una nueva historia. 
Una mentira que si valiera la pena 
y que no comprometiera mayores afectos. 
La certera que da la ceguera y el cinismo. 

Sin embargo complejos como somos. 
Arbitrarios y mañosos. 
No resultaba extraño que de tantos escenarios inventados, 
eligiéramos aquel, en el que nos sintiéramos más cómodos. 
Una cama que nos envolvía en sus sabanas. 
Con el fuego que apaciguaban sus besos en mis manos. 

Hoy que vivimos con cierta calidad de vida, 
como aquellos que saben su final. 
Puedo decir, que en cada broma ocultaba una verdad. 
Y en cada adiós, un hasta luego. 
Ciertamente eres la mejor historia no inventada que haya tenido. 

… no quiero ser feliz con permiso de la policía.
Martín Adán.

jueves, 15 de noviembre de 2018

La Magdalena de Proust

Así ocurre con nuestro pasado. Es trabajo perdido el querer evocarlo, e inútiles todos los afanes de nuestra inteligencia. Ocultase fuera de sus dominios y de su alcance, en un objeto material (en la sensación que ese objeto material nos daría) que nos sospechamos. 

Y del azar depende que nos encontremos con ese objeto ante de que nos llegue la muerte, o que no lo encontremos nunca. 


El gato de Alicia está mirándonos,
mientras rolamos algo de tabaco,
boca abajo a veces, 
de frente con suerte. 
Y nos reíamos de lo gratis 
que nos resultó ver un culo 
en la vidrieras de aquellas galantes tiendas.
Nos gustan nuestras precariedades 
y no recuerdo el punto exacto en donde 
dejaron de gustarme solo tus nalgas y empezó a afligirme tu ausencia.
Además de tus penas que intento sanar 
me gusta tu piel, blanca y suave.
Tus ojos, tu nariz, tu cuello, tu frente, tus manos.
Pero me gusta más lo intangible,
esa razón que te hace un misterio.
Te quiero, simulando tus criterios,
porque necesitas que te quiera.
Y dejo que me quieras, por el mismo juicio. 

Deje de sentirme mediocre, contingente y mortal.
Proust

martes, 13 de noviembre de 2018

11/11/2018 - Borrador

Nivola

…. He oído también contar de un arquitecto arqueólogo que pretendía derribar una basílica del siglo X, y no restaurarla, sino hacerla de nuevo como debió haber sido hecha y no como se hizo. …


Vino blanco, queso y aceitunas, pastas con atún y tomatitos. Descansamos en el puff, tu cabeza reposaba en mi regazo, tapándome el sexo. Mientras hablábamos ligeramente de Proust, Nietzsche y de Dios. Reías mucho cuando te decía “te amo”. Había que acotar tanta euforia y decir, bueno, solo un poco, solo un poco. Procurando no oscilar tanto tu amorometro. Mientras cocinábamos se cruzó Unamuno en su niebla y Cervantes en una moneda que olvide pedirte. Nos cuestionamos desde la diferencia entre una idea y una creencia. Entre la proporción del amor en relación al tamaño de uno mismo. La proporción de nuestro amor incluso. No le dije que estábamos corriendo, porque sabía, o mejor dicho, sabíamos, que esto terminaría pronto.







sábado, 10 de noviembre de 2018

Ok.

Si tuviéramos un rato de seriedad, te dejaría preguntar cualquier cosa. Aprovecharía en decir también, que te extraño sin lógica alguna. Sin justificaciones, por que sé que no te tengo, ni he conseguido nada contigo. Por que aun deseo tus labios, los deseo con inmensa ternura. Aun los siento suaves y dulces. Te renegaría tanta ausencia. Aunque esto, ciertamente no contradiga mi realidad. No me siento mal, Pero pensándolo ¿Podríamos haber imaginado algo? Es decir ¿Plantear supuestos y juegos que determinen alguna acción trascendente? Me jode quererte sin razones ni fundamentos, siendo egoísta, podría decir que tuve lo que cualquiera hubiese querido y ya esta. ¿Pero acaso, eso es suficiente? ¿Alguien mas, alguien menos? Alguien mas en la lista de personas sin importancia.

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viernes, 9 de noviembre de 2018

Palabra de borracho

¡Y si después de tantas palabras,
no sobrevive la palabra!
¡Si después de las alas de los pájaros,
no sobrevive el pájaro parado!
¡Más valdría, en verdad,
que se lo coman todo y acabemos!

Resumen. 
Créditos: Vallejo 


¡Y si después de tanta historia, sucumbimos,
no ya de eternidad,
sino de esas cosas sencillas, como estar
en la casa o ponerse a cavilar!

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jueves, 8 de noviembre de 2018

El Egoísta

El sano egoísmo de la inteligencia.


Siguiendo los consejos de Maquiavelo, convengo en no discutir. Copiando al maldito poeta, las mujeres son doradas. Observándolo, puedo corregir y decir, no todas Baudelaire, no todas. La espera siempre conlleva solo, a perder tiempo. A otros, la carencia y las sobras. A otros dejo que recuperen su pasado y alucinen encontrar aun virgen a sus Marias.  

Considerando en frío, imparcialmente,
que el hombre es triste, tose y, sin embargo,
se complace en su pecho colorado;
que lo único que hace es componerse de días;
que es lóbrego mamífero y se peina…

CV

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Complejo de Penélope

Toda novedad no es más que el olvido.

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Tengo una compañera cuyo pasado y conocimiento me absorta. Enamorada de la lluvia, acostumbra a perderse entre ideas y sueños. Leí que no hay placer más complejo que el pensamiento. Aunque este proceso le genere una morriña y a mi incertidumbre. Alegría y a mi fantasía. Sensaciones parecidas pero peculiarmente diferentes. He cedido en ofrecerle terminar la relación y ha adivinado el cuidado. Sabiendo reprocharme mis inseguridades venía a buscarme nuevamente. No la califico, ya que a diferencia del occidental corriente, nos obsequiamos la libertad, el deseo, la ternura, la cama, la confianza, los espacios, el tiempo. Sin ataduras ni obligaciones, traduciendo el significado de "te quiero" por "me importas". Tal interés nos relaciona pues somos semejantes. Los que olvidan nombres, detalles y circunstancias ajenas. Desconocemos a quienes nos recuerdan y esto es fantástico. Así sabemos algo de nosotros por otros, ya que esta carencia de los demás, quienes nos afirman, nos genera curiosidades, no de ellos, si no de nosotros mismos. Misántropos y encantadores a la vez, con la compensación propia de Basadre, derramamos regocijo en nuestra tristeza, elevación a la ridiculez y limpieza a tanta porquería.

Nada puede ocurrir una sola vez.
Borges.

lunes, 5 de noviembre de 2018

Noche Extraña

Te veo en la pantalla y con los dedos, toco pecas de cristal.


Estaba lloviendo y te acercabas, me causo gracia ver, que quien cargara tu mochila era otro. Un paciente caballero. Sin envidias y sin miedos, te vi del segundo piso y desapareciste debajo de aquel balcón colonial, al día siguiente, ya cada uno tenía sus pesos, el mío más ligero claramente, ya el olvido también era una victoria y un perdón.