¡Amar! Había nacido para soñar el amor, no para sentirlo. Amaba a todas las mujeres un instante: a ésta porque era rubia, a aquélla porque tenía los labios rojos, a la otra porque se cimbreaba al andar como un junco.
GAB
No tendremos un verano,
un mar ni un momento.
Y a conveniencia de nuestro presente,
tampoco tendremos un pasado.
En cualquier parte estará menos en donde esté todo el mundo. En efecto, Manrique amaba la soledad, y la amaba de tal modo, que algunas veces hubiera deseado no tener sombra, porque su sombra le seguia a todas partes.
GAB
No hay comentarios:
Publicar un comentario