lunes, 1 de octubre de 2018

Carpe Diem

Yo, como don Quijote, me invento pasiones para ejercitarme.

Voltaire


Me he inventado un amor, y este tiene sus reglas, entre ellas, esta la de no decirnos nunca la verdad, sabiendo que las cosas se rigen por mentiras, por ello, nuestra gracia consta en engañarnos dulcemente, fingir con estilo, inventándonos constantemente, teatrando todo a nuestro paso, rodeándonos de payasos que usan camisa y zapatos de charol.

Otra pauta es la de plantearnos acciones que justifiquen el día, generarte alguna alegría que contradiga mi mal humor, planes que solo den pistas, como hora y lugar de encuentro, cuyo finales sean siempre terminar en una cama, conteniendo las ganas, abrazados sin prisa, sin sabernos besar, o besándonos muy mal que viene a ser lo mismo, ocasionando así, que extrañemos solo nuestra torpeza.

Y siempre que se pueda, darnos los buenos días cogiendo. En las noches previas o siguientes, quedaba solo hacer el amor, consecuente a esta estratagema, que disimula alguna certeza. Basta solo negar algo constantemente para hacerlo verdad.

Este amor es breve, burlesco y peligroso.

El tiempo lo hemos visto pasar en algún cine viejo, nuestro paisaje fue el jardín de un bar, una playa artificial sucia, a donde llegamos encima de un bote viejo, a través de un charco de agua, nuestros viajes apresuraban un beso en cada semáforo, una comida para sobrellevar nuestro prolongado sueño,
y aguantar así, lo que quedaba por hacer en el día, un paseo por la catedral, una mirada al faro que esta delante del muelle, por la noche, un trago con viejos pintores, cubos mágicos, un poema en la casa del escritor, un vino pendiente en el cordano, un cuento para narrarte de Ribeyro en aquel cuarto para niños, las cosas se mueven como en el teatro negro, y no eres mas que la imaginación que me desespera y que justifica alguna ausencia, próxima o presente. O eres solo aquel sueño que me invita a vivir el presente. Eres el producto de mi deseo, por eso no me decepcionaras nunca. Seras las luces que refleja la luna en la noche, a donde vaya, en cualquier mar,  por que solo eso me dejaras y para cerrar,  seré para ti, el Judas de Rubens.

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